Visitando mi cuaderno Cantando por Fandangos, ahora convertido en EL MUSEO DEL FANDANGO, podrán elegir entre doscientos cincuenta (250) artistas distintos para escuchar este estilo de cante.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Copleros y letristas flamencos

"Tratando de desasnarme" (que tan bonitamente dijera el argentino don Atahualpa Yupanqui), o sea, pretendiendo cultivarme en el difícil menester de las gramáticas, consulto frecuentemente el D.R.A.E. (Diccionario de la Real Academia Española) y, entre otras acepciones, tomo nota de estos dos términos:
coplero = persona que compone coplas
letrista = persona que hace letras para canciones
Podríamos pensar que son términos sinónimos, pero no. El coplero suele ser persona del pueblo que hace coplas para que las cante el pueblo (o él mismo), es decir, se mueve en terrenos casi limítrofes con el Folk-lore. Parientes suyos son los payadores argentinos o los troveros que aún quedan en Murcia y algunos rincones de la Andalucía Oriental. Sin embargo, el letrista compone para artistas con la intención de que éstos lleven sus creaciones a espectáculos públicos o, más modernamente (porque el invento sólo tiene ciento y pico de años), para que las incluyan en sus grabaciones. De otra manera: el coplero es desinteresado mientras que el letrista persigue algún tipo de interés.

Si les añadimos el adjetivo flamenco, creo haber dejado claro para mis posibles lectores lo que yo entendería por coplero flamenco y por letrista flamenco. Aunque aún hoy, en pleno siglo XXI, el coplero flamenco siga existiendo, creo que es un personaje que se quedó anclado en el XIX. Desde principios del XX, se ha impuesto la figura del letrista flamenco, el cual suele preocuparse de registrar, precavidamente y por lo que pueda suceder, sus letras en la S.G.A.E. (Sociedad General de Autores de España).

Entre ellos hay muchos cantaores (Pareja, Fernando el de Triana, José Cepero, Pepe Pinto, Fosforito...), aunque haya algún que otro cantaor que jamás registró sus letras (y que por ello deberíamos incluirlo en la nómina de los copleros) como es el caso de Pepe el de la Matrona, autor por ejemplo de la soleá "No te compro más camisas" que Morente grabó junto a otras como popular (es decir, sin propietario conocido). Antes de seguir, oigamos dicho cante en la voz de Enrique


El guitarrista es Félix de Utrera quien, por otra parte, fue prolífico como letrista flamenco, igual que lo fueron otros tocaores, por ejemplo el sin par Niño Ricardo. Con frecuencia estos acompañantes ofrecían sus letras a los cantaores que los reclamaban para grabar.

Esto mismo lo solían hacer personas ligadas a las casas discográficas. Así ocurrió con la "Odeón" donde aparecieron muchos registros pertenecientes a un tal H. Montes o con "Hispavox" donde quedaron grabadas muchas letras a nombre de "Ópalo" o de "Vizcaíno".

Para acabar, hay que reseñar que ha habido letristas ligados casi en exclusiva a un solo cantaor. Es el caso paradigmático del pintor Francisco Moreno Galván respecto de José Menese. La herencia de esta pareja ha quedado para la historia. Les confieso que hay un cante que a mí me suele aburrir. Me refiero a las "marianas", pero he aquí que sigo temblando de emoción cuando se las escucho a Menese con la impresionante fuerza que imprime a la bellísima letra de su paisano. Con ellas les dejo:

1 comentario:

  1. "Tratando de desasnarme
    fui pinche de escribanía.
    La letra chiquita hacía
    por no malgastar sellao
    y era también apretao
    el sueldo que recibía".

    Fragmento de "El payador perseguido" de Atahualpa Yupanqui. Es bonito que nombre como "sellao" el papel de escribir.

    Este disco es fundamental para quien quiera entender lo que es la canción hecha por el pueblo...

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