Visitando mi cuaderno Cantando por Fandangos, ahora convertido en EL MUSEO DEL FANDANGO, podrán elegir entre doscientos cincuenta (250) artistas distintos para escuchar este estilo de cante.

sábado, 20 de septiembre de 2014

Tonadas campesinas (XVI). Trilleras de "la vestía"

Cuando yo era nene nos enseñaban en la escuela que la provincia de Córdoba se dividía en dos comarcas, Sierra y Campiña, separadas por el río Guadalquivir. Conforme éste baja hacia el mar, la Sierra estaba a su derecha y la Campiña a su izquierda. Demasiado simple si tenemos en cuenta que dentro de esa campiña se encuentran todas esas zonas agrestes que modernamente hemos aprendido a nombrarlas como Sierras de la Subbética, o que en la llamada sierra está la muy extensa Meseta de los Pedroches. Podría haber alguna unidad en cada una de esas dos mitades cordobesas en lo referente a la lengua y algún que otro rasgo de tipo cultural, pero en lo netamente geográfico, nada de nada.

La Campiña propiamente dicha parte de Córdoba ciudad y une su término municipal con los de La Rambla, Santaella, Puente Genil, Aguilar de la Frontera y Montilla, incluyendo otras poblaciones, de término más reducido, como Fernán Núñez, San Sebastián de los Ballesteros, Montalbán, Monturque o Moriles. Zona de cereal y otros cultivos de secano, de olivares y viñedos, donde domina el latifundio de las grandes cortijadas. Hasta la llegada de la maquinización (1955 a 1965 aproximadamente) tales cortijos daban bastante trabajo a los llamados "temporeros", en mayor o menor cantidad según las épocas del año (Les invito a que lean lo que publiqué hace un par de meses, para lo cual sólo tienen que utilizar el siguiente enlace). Los obreros se veían obligados a dormir en los propios cortijos y solo cada cierto tiempo iban al pueblo para cambiarse de ropa. En Fernán Núñez se decía que ese día "jolgaban" (holgaban), pero en Puente Genil era el día de "la vestía" (la vestida). Dejemos que sea un cantaor de La Puente quien nos hable de estas cosas y las ilustre con su voz. Se trata de Pedro Lavado y lo hizo en un programa de Rito y Geografía del Cante Flamenco que producía y emitía Televisión Española en los primeros años setenta.


Precioso cante por trilleras, como también lo es la segunda letra:
De esta vara no pasa
que yo me case
Stoy harto de estar mozo,
falta me hace.
Sólo una observación al bueno de Pedro: exagera al decir que eso de la "vestía" ocurría unos setenta u ochenta años atrás. No, como he señalado más arriba, esta situación existió hasta entrados los años sesenta, época en la cual los campos se despoblaron y vino la triste diáspora hacia Madrid, Cataluña o el País Vasco, cuando no a Holanda, Alemania o Suiza. 

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