Visitando mi cuaderno Cantando por Fandangos, ahora convertido en EL MUSEO DEL FANDANGO, podrán elegir entre doscientos cincuenta (250) artistas distintos para escuchar este estilo de cante.

lunes, 13 de febrero de 2017

1998: Los Juanes, VALDERRAMA y HABICHUELA, de ruta por los pueblos de Almería

Con mi agradecimiento a Pedro Segura López.

Entre lo comprado por mí y lo que me mandan generosamente los amigos, la verdad es que de San Andrés para acá he acumulado mucho material sobre flamenco: libros y discos, fundamentalmente. Por ejemplo, el buen amigo Pedro Segura López nos ha hecho llegar desde Almería un buen número de discos compactos con recitales y conciertos en directo realizados en fechas diversas y por cantaores variados en su provincia y también en la de Granada. Ando haciéndole hueco a todos ellos en la fonoteca del hard disk de mi viejo ordenador personal.

Enfrascado en esa tarea, he podido reconstruir una gira de tres días del cantaor Juan Valderrama, acompañado por el guitarrista Juan Habichuela. Rememorando, quizás, la época en que, el entonces Juanito Valderrama, se recorría la península entera cantando de pueblo en pueblo, este maestro del cante llevó su arte, en los días 15, 16 y 17 de mayo de 1998, a las localidades de Carboneras, Tabernas y Dalías. Pueblos los tres con buenos núcleos de afición aglutinada, al menos a día de hoy, en sus respectivas peñas flamencas: la Salvador "El Pascua" en Carboneras, la José Sorroche en Tabernas y La Victoria en Dalías. No obstante, la organización de estos recitales no corrió a su cargo sino que lo hizo a través de cada uno de los Ayuntamientos.

Por qué fue Habichuela el guitarrista acompañante es algo que desconocemos. De hecho, según comentaba el propio Valderrama en una de las noches, hacía más de 30 años que no actuaban juntos. De eso sí tengo yo memoria ya que asistí en mi pueblo, a mitad de los años sesenta, a un espectáculo donde cantaban Juan Valderrama, Pepe Pinto y Fosforito, siendo acompañados por Juan Habichuela y me parece que también por Manolo Carmona. Pero, ¿qué son treinta años para dos artistas de su categoría? Juntos de nuevo y con la misma ilusión que dos mozalbetes principiantes, ambos juanes se conjuntaron perfectamente y se entregaron de lleno a la afición almeriense.

Carboneras, situado en la costa este de la provincia almeriense, fue como ya se ha señalado el primer destino. Allí el viejo maestro (le faltaban sólo unos días para cumplir los 82 años) cantó malagueñas (de la Peñaranda y del Personita), tarantas y cartagenera (todo un recital de cante minero con siete letras de tarantas rematadas con la cartagenera de Chacón), dos de sus creaciones más populares (Cuatro puntales y El Emigrante), seguirillas (Vete pá la puerta, Dale la limosna al pobre, Ya no te hablo) y fandangos (recordando y homenajeando al Pinto, a Caracol, al Peluso, a Vallejo, a Rosa Fina de Casares, para rematar con un estilo de su creación). ¡No está mal la cosa!

Al día siguiente se marchan al interior, a Tabernas, al llamado desierto de Almería. El recital fue similar, si bien en las malagueñas hizo los estilos de Baldomero Pacheco y del Maestro Ojana; por seguirillas cantó las letras Reniego yo y Calabocito oscuro, rematadas como en Carboneras con la copla Ya no te hablo correspondiente al cante de Manuel Molina;  por fandangos, esa noche se olvidó de Rosa Fina pero se acordó de Macandé.

Finalmente se fueron a Dalías, el pueblo de los parrales. Supo don Juan que entre el públicó había un cubano y tuvo la deferencia de dedicarle un cante por guajiras. Volvió a impartir una magistral lección de cantes mineros. Sabiendo que el público se lo pediría, cantó sus Cuatro puntales y su canción-insignia El Emigrante. Una vez más hizo seguirillas y homenajeó a sus viejos compañeros por fandangos.

Varias veces he escuchado enteros los registros de estos tres recitales, he disfrutado oyendo los comentarios del Juan cantaor y alguno suelto del Juan tocaor. Una vez más, Valderrama demostró ser el más largo conocedor y el más fiel transmisor de los cantes mineros. Y, pese a lo que tanto despotricaron de él sus detractores, cumplió perfectamente las tres noches con el cante que él mismo definió como el más importante del flamenco: la seguirilla.

Se me hace difícil seleccionar algunas cosas para que ustedes puedan escucharlas. Pero bueno, ahí llevan tres muestras:

1) Tarantas y cartagenera (Carboneras)

2) Seguirillas (Tabernas)

3) Guajiras (Dalías)


Addedum: Después de publicado el artículo, el amigo almeriense Alejandro Reyes, me dice que estuvo en dos de esos recitales y me manda un par de fotos de aquellos días. En una vemos a Alejandro en medio de Habichuela y de Valderrama en la puerta del hotel donde se alojaron los artistas. En la otra, Alejandro está entre el maestro y su hijo Juan Antonio Valderrama, quien acompañó al padre en toda la gira.



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